La parada de colectivos ubicada en avenida Vespucio y calle Monrroy, en el barrio Malvinas, se ha convertido en un riesgo constante para los pasajeros del transporte urbano. Allí, un pozo de gran tamaño recibe a los vecinos al descender del colectivo, obligándolos a extremar precauciones para no sufrir accidentes.
Ante la falta de respuestas oficiales, los propios residentes intentan rellenar la cavidad con troncos, escombros y bolsas de tierra. Sin embargo, advierten que la solución casera es insuficiente, ya que el pozo se conecta con un desagüe pluvial de gran extensión.
“Los jóvenes pueden saltar y esquivar el pozo, pero los adultos mayores corremos el peligro de torcernos el tobillo o caer de noche, cuando no se ve nada. Es un verdadero peligro”, señaló una vecina usuaria del transporte urbano, que pidió reserva de su identidad.
Además del pozo, un poste de madera inclinado hacia la avenida genera mayor preocupación entre los habitantes de la zona. Reclaman la pronta reparación de la vereda, el recambio del poste y una mejor iluminación del sector, que denuncian está cada vez más descuidado en un contexto de creciente inseguridad.
