Hoy, 23 de mayo, Argentina conmemora el Día del Trabajador de la Educación, una fecha que honra la histórica Marcha Blanca de 1988. En esa jornada, miles de docentes de todo el país se movilizaron hacia Buenos Aires para reclamar mejoras salariales, la implementación de la Paritaria Nacional Docente y una ley que garantizara el financiamiento de la educación pública. Esta masiva manifestación marcó un hito en la lucha por los derechos laborales de los educadores y en la defensa de la escuela pública.
La Marcha Blanca no solo evidenció la unidad y determinación del sector docente, sino que también logró captar el apoyo de amplios sectores de la sociedad. A raíz de esta movilización, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) instauró el 23 de mayo como el Día del Trabajador de la Educación, en reconocimiento a la valentía y compromiso de quienes participaron en aquella gesta.
En la actualidad, esta fecha sirve para reflexionar sobre los avances y desafíos que enfrenta la educación en el país. Los docentes continúan siendo pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, y su labor diaria es esencial para garantizar el derecho a una educación pública de calidad para todos.