Cada 23 de julio se celebra en Argentina el Día del Payador, una fecha que rinde homenaje a una tradición musical profundamente arraigada en la identidad cultural del país. El origen de esta conmemoración remite a una histórica payada realizada en 1884 en Paysandú, Uruguay, entre el argentino Gabino Ezeiza y el uruguayo Juan Nava. Este duelo cantado marcó un hito en el género y dio lugar a la elección de esta fecha para honrar a los cultores del arte de improvisar con guitarra.Nacido en Buenos Aires en 1858, Gabino Ezeiza fue uno de los grandes exponentes del género. Conocido como “el Negro Ezeiza”, se destacó por introducir el contrapunto, una forma de payada a dúo que funciona como un duelo de ingenio y agudeza verbal entre dos payadores. La esencia de esta práctica reside en la improvisación: cada participante responde en el momento con versos rimados y coherentes, hasta que uno no puede continuar.
La payada es un género musical popular de Sudamérica, con presencia en países como Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y el sur de Brasil. Aunque su origen etimológico no está del todo claro —algunos lo sitúan en España y otros en la región francesa de Provenza—, su arraigo en el continente es indiscutible. Hoy, se reconoce su influencia en expresiones artísticas actuales como el rap y el trap, que también privilegian la improvisación como forma de expresión.
El Día del Payador fue instituido en 1992 pero se celebró por primera vez en 1996. Desde entonces, distintas instituciones culturales y espacios comunitarios recuerdan esta fecha como una forma de mantener viva una práctica que combina poesía, música y pensamiento popular. Una litografía de 1864, que forma parte del acervo del Museo Histórico Saavedra, refleja esta tradición y su lugar en la historia costumbrista del país.
