Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha impulsada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de concientizar sobre la importancia de hablar del tema, derribar tabúes y brindar herramientas para la contención y el acompañamiento de quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad emocional.
Según datos de la OMS, más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año en el mundo, lo que representa una de las principales causas de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años. Frente a esta realidad, los organismos de salud insisten en la necesidad de fortalecer las políticas públicas de prevención, garantizar el acceso a la atención psicológica y promover entornos sociales de apoyo.
Este año, el lema elegido es “Actuar para construir esperanza”, con el fin de resaltar que una conversación empática y el acompañamiento oportuno pueden salvar vidas. La prevención no solo depende del sistema de salud, sino también de la comunidad, la familia y los espacios educativos, que cumplen un rol clave en la detección temprana de señales de alarma.
En Argentina, el Ministerio de Salud recuerda que está disponible la Línea 135 (en CABA y Gran Buenos Aires) y el 011-5275-1135 en todo el país, además de los centros de salud provinciales y municipales. Hablar del suicidio, pedir ayuda y generar redes de cuidado es fundamental para enfrentar una problemática que afecta de manera transversal a toda la sociedad.