Luego de que el Gobierno pusiera en marcha una nueva etapa del plan económico y subieran las tasas de los plazos fijos, los bancos respondieron con un incremento en los costos de los créditos en pesos. Según datos del sistema financiero, las tasas de los préstamos aumentaron entre 5 y 9 puntos porcentuales en el inicio de la semana, especialmente en líneas comerciales de corto plazo.
Este ajuste se da en un contexto de mayor restricción monetaria. El Banco Central dejó de ofrecer liquidez mediante pases, lo que llevó a las entidades financieras a subir las tasas activas para preservar el margen frente a lo que pagan a los ahorristas. Por ejemplo, los adelantos en cuenta corriente pasaron de una tasa promedio del 44,48% el viernes a 53,89% el lunes.
También se encarecieron los préstamos personales, cuya tasa saltó de un promedio del 69% a 75,6% en pocos días. Desde los bancos explicaron que el aumento responde al encarecimiento de su “materia prima”, es decir, los pesos. A esto se suma la decisión del BCRA de eliminar bonificaciones que permitían fondear créditos pyme con menores exigencias.
Según economistas, este reacomodamiento es una consecuencia directa del nuevo régimen monetario y de la fase tres del programa económico lanzado por el ministro Luis Caputo. Con una política más contractiva, menor circulación de dinero y expectativas aún inciertas sobre inflación y tipo de cambio, se anticipa que las tasas seguirán siendo volátiles en las próximas semanas.
